Empleado destacado: El viaje de Kathy Kester

En los años 80, Kathy Kester trabajaba para una empresa de camiones que transportaba acero. Entonces no había muchas mujeres en la industria metalúrgica. Aunque eran los años 80, se parecía más a los 50, como en Mad Men. Por ejemplo, a las profesionales se las llamaba "niñitas".

La educación de Kathy no la había preparado para esto. No estuvo expuesta a modelos de género presuntamente "normales". En su casa, su madre era la que trabajaba, su padre se quedaba en casa y a ella le daban tantas responsabilidades como creía que podía asumir.

Cuando tenía ocho años, asumió la responsabilidad de planificar, presupuestar, hacer la compra y cocinar cenas familiares para cinco personas. Hoy, Kathy es Directora Regional de Compras en Kloeckner Santa Fe Springs. Los tiempos de Mad Men han pasado y la industria metalúrgica ha llegado al siglo XXI.

Mujeres de acero

Por suerte, la empresa de camiones se dio cuenta del fuego que ardía en los ojos de Kathy: su deseo de aprender y crecer. La animaron a unirse a la Asociación de Mujeres de la Industria Metalúrgica (AWMI), una organización internacional con una plataforma integradora que acoge a ponentes en actos educativos y cenas del sector. En esencia, AWMI es una organización de mujeres que apoyan a mujeres. Pero los actos también están abiertos a los hombres, y las reuniones siempre son buenas, así que los hombres acuden.

Quería entender las especificaciones y aplicaciones de los distintos tipos de productos metálicos. Cuando empezó su carrera tenía muchas preguntas del tipo "¿por qué?" y tuvo la suerte de encontrar el apoyo de sus compañeros de trabajo y de los miembros de AWMI, que se tomaron el tiempo necesario para responderlas.

Participar en AWMI al principio de su carrera metalúrgica ayudó a Kathy a ganar confianza. Era un espacio digno y seguro que le ofrecía la oportunidad de hacer preguntas, aprender y crecer. Hoy es tesorera de la Junta Regional Occidental de AWMI.

De Ventas a Compras

Con el tiempo, Kathy dejó la empresa de camiones para trabajar en Ventas y Compras en Thyssen Metals y, más tarde, en Primary Steel. Se dedicó a las compras porque le gusta resolver problemas.

"Es el mismo trabajo todos los días, pero no todos los días se siente lo mismo", describe Kathy, "No es repetitivo. Pasan muchas cosas".

Encontrar los productos que necesitan los clientes y resolver problemas puede parecer como sacar conejos de una chistera. Pero sin duda el aspecto más gratificante de su puesto actual es la gente.

"He trabajado en otras empresas y aquí la gente trabaja duro y de forma inteligente. No hay mucha gente que se las apañe como puede. Hay un objetivo común por el que todos trabajan. Y eso no ocurre sólo en este lugar, lo he visto en todo el país".

"Terminé donde pertenezco".

Esta combinación fortuita de encontrar pronto una comunidad de profesionales de confianza y abrirse camino en un departamento difícil ha hecho que los años pasen volando. Es un camino que no era necesariamente obvio desde el principio.

Kathy rumia dónde podría haber acabado si no hubiera estado en la industria metalúrgica. Se ríe, recordando una conversación que tuvo hace tiempo con un amigo, quizá alguien con quien había asistido a un concierto de Peter Gabriel o The Dead Kennedy's.

"Sabía que te gustaba la música", recuerda que bromeó su amiga, "pero nunca pensé que te gustara el heavy metal".

"Lo sé", responde ella en broma, "pensaba dedicarme al platino, o al oro, quizá a la plata, no esperaba dedicarme al acero al carbono".

Obtenga más información sobre las carreras profesionales en Kloeckner y vea más historias de empleados.