Hay mucho en juego. Francis Mathis sabe que sólo tiene un 20% de posibilidades de entrar en el equipo de baloncesto de su instituto. Compite con 75 chicos por 15 plazas. Muchos de ellos son mayores, más rápidos, más grandes y más fuertes. Pero ni las probabilidades ni la presión le intimidan.
Francis es el menor de 7 hermanos. "Nunca había un momento aburrido mientras crecía", describe, "Ahí aprendí el arte de la negociación, la vida real". Cada día estaba lleno de animación y competición. Francis aprendió a trabajar duro y a armonizar. Presta atención a la gente y se lleva bien.
Si a eso le añadimos su tiro en suspensión y su pasión por el baloncesto, no cabe duda de que se ganó un puesto en aquel equipo. En su último año, terminaron una temporada inolvidable, 30-0. No se puede subestimar el impacto de este logro en la vida. Todos los equipos anhelan quedar invictos, pero pocos tienen el talento, la dedicación y la suerte necesarios para lograrlo. Una vez campeón, uno se esfuerza por formar parte siempre de un equipo ganador.
Esto es cierto en el caso de Francis. Su educación, unida a su pasión por el deporte, le llevó a buscar todos los pequeños y grandes ajustes que mejorarían a un equipo, tanto dentro como fuera de la cancha. Cuanto mayor es lo que está en juego, más gratificante es el logro.
La primera señal prometedora para Francis de que Kloeckner Metals era un equipo en el que quería estar fue la forma en que los empleados pasados y presentes hablaban de la empresa. Después, sus entrevistas con Andrea Moseley, Directora Financiera, le confirmaron que este era el equipo para él.
Así pues, en julio, Francis empezó como Director de Gestión de Créditos de Kloeckner Metals, aportando a la organización sus 20 años de experiencia en la revisión de estados financieros y la evaluación de riesgos. Su función requiere una enorme flexibilidad y un delicado equilibrio entre perspicacia analítica e interpersonal. Le agradecemos que haya aceptado el reto.
Aunque Francis ha trabajado en créditos y cobros durante toda su carrera y sabe desenvolverse bajo presión, este es su primer puesto en la industria siderúrgica. Se enfrenta a una pronunciada curva de aprendizaje.
Por suerte, siempre ha sabido ver lo positivo, y sus 13 subordinados directos llevan en Kloeckner Metals más tiempo que él, la mayoría unos 20 años. Tienen los conocimientos específicos del sector que él necesita.
Por supuesto, todos los equipos se enfrentan a los típicos retos de la transición. Entonces, ¿cómo lo está llevando Francis?
Se centra en la empatía y el buen humor que, "ayuda a todos a relajarse y rompe barreras... y hace más fácil absorber y digerir un intercambio de información". Francis también está encantado con el compromiso de su equipo: "¡Es tan refrescante! Les respeto de verdad. Están comprometidos, y eso es encomiable". Siempre es buena señal que tus compañeros quieran ganar tanto como tú.
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