El acero inoxidable desempeña un papel único en la metalurgia. Los aceros inoxidables se utilizan sobre todo por su resistencia a la corrosión. Se crean mezclando hierro y carbono con cromo, y a veces níquel y otras aleaciones.
"El cromo es el componente más importante del acero inoxidable", afirma John Dobek, Vicepresidente Comercial de Acero Inoxidable y Aluminio de Kloeckner Metals. "Esencialmente no se puede tener un acero inoxidable sin la adición de cromo".
La adición de cromo, normalmente entre un 10 y un 20%, hace que la aleación metálica resultante sea muy resistente a la corrosión. El grado de resistencia a la corrosión requerido es uno de los factores que deciden la composición global necesaria del acero inoxidable. La maleabilidad, la resistencia a la temperatura y la estética son otros factores.
Existen tres familias principales de aceros inoxidables. Los aceros inoxidables ferríticos no contienen níquel y suelen ser muy resistentes a la corrosión. Los aceros inoxidables martensíticos no suelen contener mucho níquel, pero sí una mayor cantidad de carbono y, a diferencia de los férricos, son tratables térmicamente. Los aceros inoxidables austeníticos son los más comunes, contienen níquel y son más conformables y dúctiles que otros aceros inoxidables. También son amagnéticos, en gran parte debido al contenido de níquel. Los dúplex y los de endurecimiento por precipitación son grupos especiales más pequeños que constituyen el resto de los tipos de acero inoxidable estándar.
"Una calidad austenítica o niquelada típica es la que requiere mucha embutición, por ejemplo, los fregaderos", explica Dobek. "Los fregaderos, por ejemplo, suelen fabricarse con acero austenítico. Muchos requieren una enorme embutición y necesitan un gran alargamiento para funcionar sin agrietarse".
En el otro lado de la cocina, los paneles de los frigoríficos suelen ser de simple acero inoxidable ferrítico. En este caso, la demanda de producto y las prestaciones se centran más en la estética.
"Básicamente, lo que se busca es el aspecto y el tacto del acero inoxidable, pero no necesariamente el nivel adicional de protección contra la corrosión que ofrece una aleación altamente anticorrosiva", explica Dobek.
La resistencia a la temperatura también entra en juego, como en piezas de estufas o sistemas de silenciadores. Cada grado de inoxidable se alea para satisfacer una demanda específica, por ejemplo el calor. Los sistemas de escape suelen ser de 409 o 439.
"Las distintas aleaciones metalúrgicas y los distintos procesos influyen a la hora de determinar la calidad adecuada para satisfacer las exigencias de una pieza concreta", afirma Dobek.
El precio del níquel también puede influir en la elección de la calidad y en el uso de calidades que contengan níquel. Esta materia prima puede ser extremadamente volátil en el mercado. Por ello, algunas empresas cubren sus gastos para contrarrestar las grandes variaciones de las transacciones. Una de las principales razones del crecimiento de los inoxidables ferríticos ha sido compensar la variabilidad del precio del níquel, especialmente cuando éste superó los 20 dólares por libra.
"El níquel tiene muchas ventajas, pero cuando los precios se desajustan en los mercados de materias primas, el usuario final se siente muy inseguro y busca alternativas", explica Dobek.
El revestimiento de PVD ha añadido una dimensión adicional al acero inoxidable. Ahora se puede colorear el metal manteniendo el aspecto clásico del acero inoxidable. Esto abre muchas posibilidades estéticas, en cocinas gourmet por ejemplo.
"Si se manipulan alimentos, normalmente es sobre una superficie de acero inoxidable", afirma Matt Meyer, Vicepresidente de Innovaciones Digitales de Kloeckner Metals Corporation.
Como tal, la estética de muchas cocinas comerciales y residenciales se ha basado en el aspecto clásico del acero inoxidable. El PVD ha abierto la puerta a una mayor variedad de diseños, además de las ventajas funcionales. Los tratamientos antihuellas y antimicrobianos pueden añadir aún más opciones para el diseñador.
El acero inoxidable también puede pulirse hasta conseguir un acabado de espejo. Por eso se utiliza a menudo en vitrinas de alimentos en lugar de espejos de cristal. Los centros penitenciarios también disponen de espejos de acero inoxidable muy pulido.
Cuando se trabaja con acero inoxidable, es importante mantener la limpieza en el proceso de producción. No querrá dañar la superficie con mellas y abolladuras, ni exponer el metal a la contaminación por carbono.
"Se puede contaminar con pequeñas partículas de hierro, y puede causar estragos en el uso final dando lugar a óxido o picaduras", dice Meyer.
Es importante utilizar herramientas y equipos específicos, o contar con procedimientos de limpieza y auditorías detalladas. Será un factor clave para determinar la calidad final del producto.
Si le gusta lo que está leyendo, no dude en consultar las entradas anteriores de nuestro blog sobre temas como el acero prelacado, las cubiertas metálicas de galvalume, el acero esmaltado, los centros de servicio del metal, el pvd y el aluminio.
Las placas base de acero son elementos fundamentales empleados en diversos...
La fabricación de metales es un proceso crítico que transforma el metal en bruto...
La industria solar ha experimentado una importante transformación al incorporar...
X
El sitio web de Kloeckner Metals utiliza tecnologías modernas. Lamentablemente, su navegador no es compatible con dichas tecnologías.
Descargue la última versión de uno de estos navegadores para disfrutar del sitio:
