Jubilado con Kloeckner: Sid Armanious

Sid Armanious, antiguo vicepresidente de ventas de la región occidental de Kloeckner, se jubiló el pasado mes de julio tras 45 años en la industria siderúrgica. Durante su carrera, Sid tuvo la oportunidad de trabajar tanto en el lado comercial como en el técnico de la industria. Entabló innumerables relaciones comprando y vendiendo acero en 25 países diferentes repartidos por tres continentes.

"Si tuviera la oportunidad de trabajar en esta industria otros cien años, no lo dudaría", afirma Sid. "He aceptado cientos de miles de pedidos, pero cada pedido, cada número y cada pieza de acero que vendemos tiene su placer, que es incomparable en la vida. Es como comerse una buena y jugosa hamburguesa a los 20 años".

Sid empezó su carrera en la siderurgia trabajando en una acería de Egipto, donde nació. Tras licenciarse en química, trabajó en la parte técnica como jefe de turno en el horno de arco eléctrico. Sid aún recuerda la primera vez que vio la fabricación de acero en persona.

"Miré el acero fundido que salía del horno", dijo Sid. "Cuando vi este poder, el poder de fundir chatarra de acero y materia prima y convertirla en acero líquido con las especificaciones que pueden ayudar a la raza humana con el desarrollo, y el crecimiento, y el aterrizaje en la luna, me enamoré de esta industria".

La pasión de Sid por el acero le llevó a obtener un máster en metalurgia, tras lo cual regresó a la acería para trabajar en un departamento de élite de control de calidad que dependía directamente del presidente de la acería. Después, Sid conoció por primera vez el lado comercial del negocio cuando un proveedor le propuso una oportunidad de trabajo en una empresa con sede en Egipto e Inglaterra.

"Alguien pensó que yo sería un buen comercial", dijo Sid. "Así que hablé con el presidente y me dijo que, aunque me echaría mucho de menos, era una gran oportunidad financiera y profesional para mí porque estaría abierto a todo el mundo. Trabajé allí y estuve comprando y vendiendo acero de Europa e Inglaterra y vendiendo en Oriente Medio, y fue un gran trabajo para mí".

Al cabo de un tiempo, Sid y su esposa decidieron que querían vivir más cerca de su familia en Estados Unidos. Los miembros de la familia habían empezado a emigrar legalmente a Estados Unidos en 1958 y Sid ya tenía la tarjeta verde. Así que Sid se trasladó a California, donde empezó a trabajar para Primary Steel. Quedó inmediatamente impresionado por el entorno empresarial de Estados Unidos, lo que cree que contribuyó en gran medida a su éxito.

"Comprar y vender en Estados Unidos es mucho más fácil que en cualquier otro lugar del mundo", afirma Sid. "Por eso Estados Unidos es Estados Unidos. Cuando empecé a vender en Primary Steel, dije: '¡Vaya! Esto es como Disneylandia. No tengo que esperar; puedo aceptar una OC por teléfono si la oferta es aceptable'".

Sid tuvo mucho éxito en Primary Steel (que pasó a formar parte de Kloeckner), donde llegó a ser Vicepresidente de toda la región occidental. Sid utilizó sus conocimientos técnicos para aumentar sus habilidades comerciales. Organizó la "Universidad Armanious", en la que enseñaba los aspectos técnicos del acero a personas de todo Kloeckner. Sus conocimientos técnicos también le granjearon una buena reputación entre los clientes, que le llamaban para pedirle consejo aunque estuvieran comprando a otra persona.

"Se pueden negociar las cifras, pero no los hechos", afirma Sid. "Las especificaciones del acero son las que son. Los clientes se han hecho amigos porque confían en lo que les decimos. Ahora, si van y lo comprueban, se dan cuenta de que lo que Kloeckner Metals les dice a través de Sid es exactamente lo correcto desde el punto de vista técnico".

En cuanto a la venta, Sid nunca ha sido un vendedor de dólares. En el triángulo de la venta en el que se equilibran precio, servicio y calidad, Sid subraya que el precio es en realidad la parte más fácil. El precio es negociable. Se puede subir un dólar o bajar dos, pero el producto llegará a la obra a tiempo o no. El producto cumplirá las especificaciones o no. Por eso, Sid cree que es un error intentar ser siempre el mejor postor.

"Si eres el que ofrece menos todo el tiempo, pierdes dinero todo el tiempo", dice Sid. "No vendo servicio y calidad gratis".

Para alguien que empieza su carrera en el sector siderúrgico, el consejo de Sid es que intente aprender todo lo que pueda. Para tener éxito, hay que leer todo lo que se publica sobre el producto que se vende. Pero lo más importante es que te guste el sector en el que trabajas, como a Sid le gusta el acero. Si no te gusta, estás perdiendo el tiempo.

"Ama lo que haces, porque cuando amas lo que haces, recibes una doble compensación", dice Sid. "Número uno por la compensación y número dos por el disfrute del éxito".