Kloeckner vende su primer pedido de PVD

Tras años de preparación y duro trabajo, Kloeckner ha vendido su primer pedido de PVD (Deposición física de vapores). Se trataba de un pedido considerable, 32 planchas de PVD de calibre 16 y color rosa que irán a parar a un fabricante de California para redecorar una de las grandes cafeterías de Google. El viernes 2 de febrero, las primeras planchas de PVD se cargaron en el camión y salieron para su entrega.

"El equipo estaba extasiado", dijo el Director de Producto de PVD, David Ziegler. "Llevo aquí un año, pero hace tres que se habla del proyecto PVD. Siempre ha sido ese proyecto que se vislumbraba en el horizonte y nunca llegaba a materializarse. Ahora es real. Es tangible".

En sólo 12 meses, el proyecto PVD ha pasado de ser una idea a una producción lista para el mercado. Toda la operación tuvo que partir de cero. Nadie en Estados Unidos había producido nunca PVD a esta escala, así que se trajeron técnicos de China, uno de los principales productores de PVD, para que ayudaran en los aspectos técnicos del proyecto. PhD Bing Han, director del proyecto y enlace técnico entre Kloeckner y su socio Double Stone China, contribuyó decisivamente a facilitar todo el proceso.

"Su conocimiento de la cultura china nos ha ayudado de muchas formas que no habríamos podido conseguir si sólo hubiéramos tenido a un estadounidense o a un traductor", dijo Ziegler. "Si no tuviéramos a alguien en esa posición, creo que sería mucho más difícil".

Ziegler describe el ambiente que se respiraba al intentar poner en marcha el proyecto como sistemático por naturaleza, pero con un gran sentido de la urgencia. Las barreras lingüísticas y culturales entre las empresas fueron sólo dos de los retos a los que se enfrentaron. Como una operación de PVD a esta escala es tan nueva en Estados Unidos, había muchas incógnitas que resolver.

"Diría que han sido 12 meses arduos, emocionantes y gratificantes", afirma Ziegler. "He estado en algunas startups antes, pero con esta teniendo en cuenta su naturaleza altamente técnica y el hecho de que es nuestra primera aventura y tuvimos que construirla desde cero, ha superado nuestras expectativas".

Incluso con el primer pedido en marcha, el trabajo dista mucho de estar terminado. De hecho, las obras siguen su curso. Incluso adelantándose al calendario previsto, el equipo de PVD aún tiene que instalar dos hornos más y algunos equipos auxiliares. Cuando esté terminado, habrá cuatro hornos, dos de ellos de gran tamaño. Kloeckner espera llenar rápidamente esta capacidad y seguir ampliando las capacidades de PVD.

"Es un verdadero mérito para el equipo poder trabajar y sacar productos vendibles mientras seguimos instalando toda la operación", afirma Ziegler.

El mercado del PVD es muy prometedor. Aunque ya se ha fabricado PVD en Estados Unidos, la escala de esta operación es de otro nivel. Los clientes se han mostrado entusiasmados al conocer el producto y han empezado a pensar en cómo utilizarlo para ampliar sus líneas de productos.

"Ha sido un largo viaje con nuestros clientes", dijo Ziegler. "Ahora empezamos a ver algunos de los frutos de las semillas que hemos plantado en el último año".

El PVD ya se utiliza en el sector de la arquitectura y en algunos electrodomésticos de gama alta. Hay aplicaciones en el sector de los vehículos recreativos, sobre todo en la personalización de motocicletas y camiones. El tratamiento antihuellas es otro campo en el que el PVD resulta muy prometedor. La conclusión es que el nuevo centro de producción de PVD de Kloeckner cambiará toda la industria del PVD en América.

"Durante años han importado de ultramar, y ahora tenemos una fuente en Estados Unidos", explica Ziegler. "Estamos reduciendo a semanas plazos de entrega que antes eran de meses".