Toys for Tots de Kloeckner Metals: Más de 250 juguetes recaudados

Por cuarto año consecutivo, la sucursal de Kloeckner Metals en Tulsa participó en una campaña local de "Toys for Tots", y este año batieron récords. La oficina, formada por unas 100 personas, consiguió recaudar más de 250 juguetes para la organización benéfica. Los que no tenían tiempo o no podían salir de compras daban dinero, y los compradores de juguetes designados salían a buscar los regalos.

"Todos estábamos muy orgullosos de hacerlo", dice Kendall McDonald, de Kloeckner Metals Tulsa. "Aquí todo el mundo es supergeneroso, y todos tenemos corazón para los niños".

El acto fue organizado por marines locales. Jason Albro, ex marine de Kloeckner Metals, animó a la oficina a donar el máximo posible. Se marcó un objetivo de 250 juguetes. Cuando se acercaba el final y no se había alcanzado el objetivo, los empleados empezaron a dar un paso adelante.

"Algunos de los que tienen un poco de influencia por aquí enviaron correos electrónicos diciendo: 'Si doy 50 dólares, ¿quién puede igualarme? Si doy 25 dólares, ¿quién puede igualarme?". dice Kendall.

Cuando se cumplió el plazo, se había superado el objetivo. Una gran pila de juguetes estaba lista para ser recogida y distribuida entre los niños menos afortunados de la zona. Los artículos iban desde muñecas Monster High hasta material de arte, pasando por todo lo demás.

"Vinieron un par de marines a hacerse fotos con nosotros y a recoger los juguetes", dice Kendall. Habían recogido en al menos otros cuatro lugares antes de venir a nosotros. En realidad teníamos más juguetes que los que habían recogido en los otros cuatro lugares juntos".

Este evento fue sólo una oportunidad para ayudar a la comunidad. Kloeckner Metals Tulsa pretende aprovechar este impulso con otros actos destinados a ayudar a los niños de la zona. Están iniciando una colaboración con una escuela primaria local de dos idiomas y bajos ingresos, que comenzó con un reciente acto navideño. La oficina de Tulsa recibió a 40 niños de la escuela que vinieron a visitarla y a cantar villancicos. Algunos se disfrazaron de Papá Noel y otros de elfos y repartieron chocolate caliente y bastones de caramelo.

"Creo que se puede motivar a los chavales, sobre todo cuando son tan jóvenes", dice Kendall. "Quieres que piensen: 'Quiero trabajar en un sitio así. Quiero hacerlo bien en la escuela para conseguir un buen trabajo'".

Además de reforzar la reputación de una empresa, la implicación en la comunidad también crea lazos más fuertes dentro de la empresa, mejorando la cultura. Hace que los empleados se sientan orgullosos de trabajar en un lugar. Los actos benéficos de este tipo pueden ser excelentes ejercicios de creación de equipos.

"Me siento muy afortunada de trabajar aquí, y creo que lo que estamos haciendo va a ser una bendición para muchos niños", afirma Kendall.