Concurso de adelgazamiento en la región norte de Kloeckner

La Región Norte de Kloeckner USA ha celebrado recientemente un concurso de pérdida de peso y los ganadores son Byron Horter y Todd Lewis. Horter perdió el mayor porcentaje de peso corporal, un 20,57%, pasando de 209 a 166 libras en sólo tres meses. Lewis es el que más kilos ha perdido, 48 libras. En total, los 130 participantes perdieron 958 libras, y 37 de ellos más de 10 libras. Los ganadores recibieron un premio de 150 dólares.

"En realidad, cuando se lanzan 150 dólares simplemente por perder peso, es fácil", dijo Horter, director de productos no ferrosos de Cincinnati.

Aparte del dinero y de su naturaleza competitiva, Horter quería ponerse en forma para poder salir a correr con sus hijos. Los tres son corredores de fondo, y uno de ellos es un atleta clasificado a nivel nacional que irá a Indiana con una beca completa. Seguir el ritmo de un chico que puede correr una milla en 4:07 no es tarea fácil.

"La idea de ponerme en forma para poder correr un poco con él es la otra cara de la moneda", dijo Horter. "Nunca he sido capaz de hacerlo, y todavía estoy trabajando en ello".

Cuando Horter decidió participar en el concurso, su primer paso fue suprimir los refrescos. Limitó sus comidas y cenas a menos de 2.500 calorías diarias. Luego se metió en la cinta de correr todas las noches. Hacia el final de la competición, redujo aún más su consumo, a 500 calorías en la comida y 1.200 en la cena.

"Me encanta la sopa y las ensaladas de todos modos", dijo Horter. "La mayoría de las sopas, te metes en un plato de sopa por un par de cientos de calorías y tienes algo con ella, así que ahí están tus cuatrocientas o quinientas calorías".

La pérdida de peso ha hecho que Horter se sienta mejor que nunca en años. Cuando empezó a ponerse en forma, se sintió mejor y con más energía. Esto le facilitó seguir trabajando, creando una especie de bucle de retroalimentación positiva.

"Me siento muy bien", dijo Horter. "Es genial. Te demuestra que puedes proponerte algo y conseguirlo".

Horter dice que lo más duro fue echar de menos algunas de sus comidas favoritas, como la pizza y las alitas. En un viaje a Nueva York para asistir a uno de los campeonatos de atletismo de su hijo, tuvo que resistir las ganas de volverse loco. Pensar en todo el trabajo que hacía era suficiente para mantener la disciplina, pero una vez terminada la competición decidió darse un pequeño capricho.

"Vivo aquí, en Cincinnati, y tenemos chili de Cincinnati", explica Horter. "Me encanta el chili Skyline. Crecí con él. Le dije a todo el mundo que el día del último pesaje iría a Skyline a por tres coneys de queso con mostaza y cebolla y que me lo pasaría genial. Sabéis qué, lo hice, y me sentí fatal después. Realmente me demostró que estoy acostumbrado a lo que como".