KloecknerCares: Fundación de Apoyo al Acogimiento Familiar

Como parte del programa KloecknerCares, los empleados de la oficina corporativa de Roswell realizaron recientemente un voluntariado en el Fundación de Apoyo al Acogimiento Familiar. La fundación, con sede en Roswell, proporciona gratuitamente ropa, equipamiento infantil, juguetes para el desarrollo y mucho más a los niños acogidos en familias de acogida y familiares en todo Georgia.

La fundación, que empezó en el garaje de su fundadora, Rachel Ewald, cuenta ahora con unas instalaciones de 6.000 metros cuadrados repletas de artículos. Las instalaciones incluyen una tienda donde las familias pueden comprar los artículos que necesitan. La tienda está organizada por sexo y edad, como en los grandes almacenes. La ropa incluso rota por temporadas.

"Esta organización es fantástica", afirma Bonnie Stewart, Directora de Procesos de Sostenibilidad de Kloeckner. "Todo es gratuito para las personas que compran allí".

A lo largo de los años, Rachel y su marido han acogido a 50 niños. Los niños de acogida suelen entrar en estos hogares con lo puesto. A veces también acaban marchándose con lo puesto, ya que las familias de acogida tienen que reutilizar los artículos de los siguientes niños que llegan. Rachel quería proporcionar a estos niños artículos que realmente pudieran considerar suyos, de modo que cuando una familia de acogida tenga un nuevo hijo pueda volver a la Foster Care Support Foundation a por más artículos. Cuando Rachel se dio cuenta de que los parientes no reciben subvenciones del gobierno como las familias de acogida, la organización empezó a crecer de verdad. Este centro está abierto también a estas familias, cubriendo una necesidad vital para las familias necesitadas.

"Ahora hay muchos abuelos que crían a sus nietos, por la razón que sea, y no reciben ninguna ayuda económica", explica Bonnie. "Pensamos en un abuelo que estaba jubilado, así que él y su mujer cobraban la seguridad social por los dos. Luego, de repente, tenían a sus cuatro nietos viviendo allí".

Más de 50 empleados de Kloeckner ofrecieron voluntariamente su tiempo y su trabajo para ayudar a la fundación durante tres días distintos. Cada día había un turno de cuatro horas en el que los voluntarios realizaban diversas tareas en la tienda. Algunos voluntarios trabajaron en la parte de almacén de las instalaciones, donde jugaron con los juguetes para asegurarse de que funcionaban y tenían todas sus piezas. Algunos organizaban. Otros recibían listas de la compra para familias que viven fuera de la ciudad y no podían acudir al centro. Los artículos se empaquetan y envían a esas familias sin coste alguno.

"Todas las personas con las que hablé del grupo que fuimos pensaron que era una gran organización y que les había aportado mucho", dijo Bonnie. "Algunos de nuestros empleados trajeron a sus hijos adolescentes, así que les abrió los ojos".

Además del trabajo voluntario, el director general de Kloeckner aprobó una donación de 2.000 dólares que ayudará a sufragar los gastos de funcionamiento de la fundación. La fundación cuenta con 15 empleados a tiempo completo, pero el resto del trabajo lo realizan íntegramente voluntarios. Aunque todos los artículos de la tienda son donados, se clasifican cuidadosamente para que sólo lleguen a la tienda los que están en las mejores condiciones. Los artículos dañados, a los que les faltan piezas o botones, manchados o cualquier otra cosa por el estilo se apartan. Algunos de los artículos que llegan a la tienda incluso tienen las etiquetas puestas, porque nunca se han usado.

"Otra cosa que hacen para las adolescentes que van a ir al baile de graduación es un día de "Di sí al vestido" para el baile", dijo Bonnie. "Las adolescentes pueden venir y comprar vestidos de fiesta gratis. Sería horrible que te invitaran al baile pero no pudieras ir porque no tienes qué ponerte".

Kloeckner también aprobó recientemente una política de tiempo libre voluntario, y Bonnie cree que algunos de los voluntarios volverán a la fundación para ayudar de nuevo. Ahora los empleados pueden disfrutar de hasta dos días pagados al año para hacer voluntariado en algún lugar sin tener que utilizar sus vacaciones. Bonnie también está buscando más organizaciones benéficas para incluirlas en el programa KloecknerCares a medida que vaya cobrando impulso.

"Intento animar a otros empleados a que me informen de otras organizaciones benéficas que conozcan y en las que podamos colaborar", afirma Bonnie. "La gente me pregunta: '¿Qué vamos a hacer ahora? Estoy tratando de enviar información a las diferentes sucursales, poniendo cosas en nuestro Yammer, y nuestro CEO John Ganem es muy partidario de esto."