Cuatro claves para un taller de fabricación de metal de calidad

Servicios múltiples

Los talleres de fabricación de metales ofrecen multitud de servicios, como punzonado, corte, conformado y soldadura. Pueden realizar procesos con herramientas blandas y algunos estampados con herramientas duras. Desde el laminador, el metal se transporta a un centro de servicio donde se procesa para obtener los tamaños o anchos de bobina deseados. A continuación, se envía al taller de fabricación, donde se transforman en componentes y, a veces, incluso se ensamblan.

"Añade un grado de comodidad y facilita las cosas al cliente, porque podemos ofrecerle un servicio integral", dice Terry Woodward, de American Fabricators (AFI), un taller de fabricación de Kloeckner Metals. "Antes de que esto existiera, una empresa podía tener una factura separada para la materia prima, otra factura para la mano de obra de fabricación, una factura para el postchapado, galvanizado, etc. y luego quizá una factura para el envío".

Kloeckner puede proporcionar todos estos servicios en una sola factura, agilizando el proceso para el cliente. En el pasado, un fabricante sólo podía suministrar piezas a nivel de componente. Sin embargo, con el tiempo, los clientes necesitaron ayuda con servicios adicionales. Estos servicios incluían el ensamblaje, el kitting, las secuencias de línea y todos los acabados metálicos. El centro de fabricación ha evolucionado para satisfacer estas demandas.

"En algunos casos incluso hemos producido un conjunto acabado en el que lo único que hace el cliente es ponerle su etiqueta", explica Woodward. "Muchas piezas acabadas requieren varios procesos. Un cliente quiere facilidad para hacer negocios, así que si podemos ofrecerle todo bajo un mismo techo, se lo ponemos mucho más fácil".

Varias máquinas

Los numerosos procesos necesarios para fabricar un producto acabado exigen que el taller de fabricación disponga de diversas máquinas para realizar las tareas necesarias. Estas máquinas deben ser capaces de manipular diversos metales, como acero prepintado, galvanizado e inoxidable. En AFI, por ejemplo, trabajan con muchos materiales diferentes, como aluminio, acero inoxidable, laminado en caliente, laminado en frío y todos los calibres diferentes.

"Cuando entras en las instalaciones de Kloeckner Nashville y ves 6 láseres, 16 torretas, más de 30 prensas, múltiples estaciones de soldadura y mucha capacidad, es impresionante", afirma Woodward.

Además, Kloeckner tiene equipos duplicados en la mayoría de sus instalaciones. Esto ayuda a minimizar el riesgo de ralentización de la producción como consecuencia de una avería o un problema de mantenimiento. Las máquinas duplicadas son especialmente importantes en los pedidos de gran volumen, en los que un cuello de botella puede causar un importante retraso.

"Si simplemente tuviéramos una o dos máquinas, y estuviéramos ocupados, y luego tuviéramos una avería, entonces pierdes el 50% de tu capacidad", dice Woodward. "A lo largo de los años, la dirección y los propietarios de AFI vieron la conveniencia de tener equipos duplicados".

Mantenerse al día con la tecnología y disponer de la maquinaria adecuada es importante. Con el coste de mantenimiento y el tiempo de inactividad, llega un momento en que una máquina se queda obsoleta. Por lo tanto, es importante invertir en maquinaria nueva, manteniendo al mismo tiempo un equilibrio que se ajuste a las demandas actuales y futuras.

Ahorro de costes

Utilizar un taller de fabricación puede ahorrar mucho dinero. Además de la comodidad de disponer de todos estos servicios en un solo lugar, se reducen los costes de transporte. La capacidad de Kloeckner de enviar varias piezas y productos juntos reduce aún más este coste.

"No hay tránsito ni fletes que lleven el producto de un sitio a otro", explica Woodward. "Una de las ventajas de utilizar Kloeckner en ese proceso es que, en muchos casos, el flete es un problema, pero puede ser compartido por distintos productos y reducir así el coste para el cliente".

Al proporcionar un proceso racionalizado que va desde la fábrica hasta el cliente, Kloeckner elimina los costes que conllevan los múltiples proveedores. La multitud de máquinas internas de Kloeckner permite que la mayoría de los procesos se realicen bajo un mismo techo, lo que reduce aún más los costes de envío.

"Todo el mundo quiere tres cosas: calidad, entregas a tiempo y una estructura de costes razonable", afirma Woodward. "Antes la gente decía que eligiéramos dos de las tres, pero en el mundo actual realmente hay que ser líder en las tres áreas".

Garantía de calidad

Cuando se trabaja con piezas que compondrán un producto acabado, es importante garantizar la calidad. Esto es especialmente cierto cuando una pieza va a aparecer en el exterior del producto. En estos casos, hay que prestar especial atención a que la pieza no tenga defectos estéticos.

"Siempre formamos y advertimos a nuestros operarios para que estén atentos, tanto a la materia prima que entra como a lo que vemos antes de que entre en nuestro proceso, y luego en cada estación o punto múltiple dentro de nuestro proceso", dice Woodward. El resultado es casi un 100% de inspección de un punto a otro.

Trabajar con materiales prepintados y galvanizados también requiere cuidado. Muchas de las piezas prepintadas van a estar a la vista del cliente final, y los acabados pueden hacerlas más delicadas.

"Es en la manipulación de esos materiales, en cuanto a la carga y descarga en las máquinas, porque tienen tendencia a rayarse", dice Woodward.

Lo esencial es prestar servicios que permitan al cliente crear un producto mejor. Es importante prestar servicios de fabricación con cuidado y precisión, sean cuales sean las exigencias de una pieza concreta.

"Todo esto está orientado a permitir a un cliente fabricar más y vender más de su producto acabado", dice Woodward. "A eso se reduce todo".