Las inspecciones periódicas son una parte fundamental del mantenimiento de los tejados de acero

Una de las ventajas más citadas de los tejados de acero es que requieren muy poco mantenimiento. Los tejados básicos de acero galvanizado pueden durar 20 años o más con un mantenimiento adecuado, pero ¿qué significa eso? En este post, vamos a echar un vistazo a qué tipo de mantenimiento se requiere de estos techos de metal.

Todo mantenimiento comienza con una inspección

Todos los planes de mantenimiento de tejados empiezan con inspecciones periódicas. Los exámenes físicos son la mejor manera de asegurarse de que el tejado es impermeable, seguro y capaz de realizar su trabajo. Mientras que en otros tipos de tejados puede buscar tejas dañadas o faltantes, en las inspecciones de tejados de acero tendrá que buscar otras cosas. Las condiciones que son motivo de preocupación con respecto a los techos de metal incluyen:

• Movimiento de paneles y fijaciones
• Fallo del sellante
• Fallo de la junta del cierre
• Daños por granizo o viento
• Fallo del revestimiento superficial
• Desplazamiento de los paneles
• Problemas de drenaje
• Problemas de canalones

Necesidades de mantenimiento

Las mayores exigencias de mantenimiento de los tejados de acero se dan en los puntos de contacto. La superficie real del tejado de acero es extremadamente duradera y rara vez necesita mantenimiento, pero los puntos en los que se unen los paneles o el tejado se encuentra con el borde de una pared, un alero o un canalón merecen una atención especial. Éstas son las zonas que más probablemente requieran mantenimiento.

• Juntas de fijación: Los inspectores comprueban siempre las juntas de los elementos de fijación y los puntos de unión entre paneles. Las juntas de los elementos de fijación deben sustituirse al final de su vida útil prevista, aunque no parezca necesario sustituirlas en ese momento. Normalmente no duran tanto como el propio tejado de acero.
• Sellantes: Los selladores deben sustituirse en las penetraciones y perímetros según sea necesario. Todo lo que se esté desprendiendo o erosionando debe sustituirse. Es raro que los selladores duren más de 20 años, pero algunos pueden durar más y otros mucho menos.
• Arañazos, abolladuras y golpes: Arañazos y abolladuras pueden ocurrir a través de la instalación normal de techos de metal. La mayor parte de la protección contra la corrosión de un tejado metálico la proporciona el revestimiento de galvalume bajo la pintura, por lo que, a menos que la abolladura perfore el tejado, es mejor dejarlo como está. Se desaconseja la pintura de retoque aplicada sobre el terreno, ya que se descascarilla y destiñe a una velocidad mucho mayor que el acabado de fábrica y no ofrece ninguna protección adicional contra la corrosión. Los residuos como fijaciones no instaladas u otros objetos metálicos, hojas, etc... deben retirarse con cuidado y lo antes posible.

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